Por qué aprender durante las vacaciones
Muchas veces las palabras “estudiar” y “vacaciones” pueden sonar como completos antónimos. En general, niños y niñas pasan contando los últimos días de clases para poder “hacer lo que quieran”, relajarse, levantarse tarde y disfrutar. Sin embargo, no hay que confundir las cosas, estudiar en el colegio, puede ser agotador, la exigencia muchas veces culmina en presión y existen fechas en las que los niños deben lograr entender determinados conocimientos.
Si tenemos esto en mente, esta estructura puede resultar en que el hecho de tan solo ver un libro resulte abrumador para un niño o niña. Lo que él o ella no sabe, es que quizás le encantaría determinado tema o asignatura, si no fuese por la presión de tener que cumplir constantemente durante el año académico, en dónde hay poco espacio para “disfrutar” del aprendizaje.
Dicho esto, relacionar el estudio con las vacaciones, suena aún más difícil. Sin embargo, las vacaciones esconden una gran oportunidad para reencantar a los niños con el aprendizaje, dándoles espacio para el tan desplazado “disfrute”. Aquí te dejo 3 razones de porqué aprender durante las vacaciones:
1) Poder descubrir sus intereses: Durante el año académico, dado el gran número de estudiantes en un mismo curso (muchas veces al rededor de 45) y la cantidad de materia por pasar durante un determinado periodo, resulta difícil detenerse el tiempo suficiente como para que niños y niñas no simplemente aprendan, sino que también puedan probar otras cosas, profundizar en ciertas materias de interés o simplemente seguir disfrutando de cierto contenido. Durante las vacaciones, padres pueden ayudar a sus hijos presentando diferentes temas relacionados con matemáticas, ciencias, lenguaje, artes, entre otras y dejar que puedan curiosear, puedan ir a su propio ritmo y gradualmente descubrir lo que les gusta.
2) Aprender sin la presión de una nota: Muchas veces un niño o niña puede gustarle cierta materia como la multiplicación o la historia de los mayas, sin embargo, la presión de tener que obtener determinada nota y de rendir bien en las pruebas, puede distraer e inhibir el aprendizaje. Cuando estamos divirtiéndonos, se siente como que el tiempo se detiene, queremos continuar haciendo lo mismo y muchas veces, hasta compartirlo con los demás. Sin embargo, la ansiedad que puede causar el tener que rendir bien funciona de manera diferente, ciertamente queremos que el hecho que nos produce ansiedad se vaya o se termine pronto y definitivamente no disfrutamos de ese momento. Durante las vacaciones, podemos incientivar a que nuestros niños aprendan, sin la necesidad de tener que cumplir una expecativa, es aprender solo por el hecho de disfrutarlo. Esto favorece el aprendizaje y contribuye al mismo punto anterior, es decir, que puedan encontrar sus intereses.
3) Adelantar materia: Aprovechando que no tenemos que cumplir un currículum de estudio, padres pueden crear diferentes juegos e invitar a que los niños adelanten materia para el año académico que sigue. Las ventajas de los juegos, es que equivocarse no significa repetir un ramo, significa que pueden volver a intentarlo y esto cuantas veces quieran.